Un perro guía es un compañero que ayuda a las personas con situación de discapacidad visual a desplazarse con mayor seguridad en sus actividades cotidianas dentro y fuera de la casa. Los perros están entrenados únicamente para esta función, guían y obedecen a su amigo en situación de discapacidad visual durante todo el día, esto disminuye su tiempo de traslado, evita que tropiece con obstáculos, ayuda a localizar sillas, puertas, escaleras y apoyar en labores del quehacer diario.
Es más que un perro, es un guía, y ojos, entrenado para ayudar a su amigo a sentir más autonomía y seguridad.
El perro guía, en conjunto con su compañero, conforman un equipo de trabajo, donde la persona dará las indicaciones para traslado y toma de decisiones. Para lograr esto, se espera que desarrollen un tiempo de entrenamiento constante juntos. No todo el trabajo es del perro, pues su compañero humano también debe darle cuidados específicos a su leal y fiel amigo can, dentro de estos cuidados esta la buena alimentación, atención veterinaria periódica, higiene, mantenerse en actividad, y sobre todo, sentir afecto por parte de su cuidador.
¿Qué cosas NO debo realizar cuando un perro guía está ejerciendo su labor?
Cuando esté guiando a su compañero, la mejor acción es ignorarlo para no distraerlo de su función.
No tocarlo ni acariciarlo.
No ofrecerle dulces, galletas o ningún tipo de alimento.
No tenerle miedo, nunca harán daño a nadie.
No ayuda a una persona con situación de discapacidad visual sin consultar.
Un equipo no se divide, por lo tanto, una persona con situación de discapacidad visual y su perro guía son unidos, cómplices y amigos. Nadie puede desmeritar el gran trabajo que estos perros hacen porque no son un simple animal, cambian vidas y, más aún, a aquellos que viven su día a día con una situación de discapacidad visual, es a ellos a los que les transforman la manera de “verla”.
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